Ayer me quedé en mi casa en Lawrenceburg. [Me vais a tener que perdonar. En la última entrada os dije que continuaríamos el paseo por el río Ohio al día siguiente y no fue así. Creo que no hace falta que os prometa que me quedé en casa. El poblema fue que empecé a sentir el agobio este que se me pone cuando ves que las vacaciones terminan y no tienes nada preparado del curro que se te viene encima, así que me puse a trabajar; aún diría más (imagínenme con los pies encima de la mesa): ESTAMOS TRABAJANDO EN ELLOU: Adjunto prueba en este enlace]. Rebobino y edito:
Anteayer me quedé en mi casa en Lawrenceburg. Aunque era sábado por la noche, no tocaba concierto en el casino. Ya ocurrió la semana anterior con un grupo tributo a AC/DC, cuyo nombre sólo recuerdo porque coincide, a mi juicio, con una de las mejores intros del rock. CANCELADO [Reprogramado por cierto para ENERO DEL 2021, WHAT THE HELLS BELLS!!!!] Esta claro que jode, y hasta puedo llegar a entender el desafortunado anuncio del casino:

Ahora bien: creo que las personas más afectadas, las que no verán un chavo si no sirven copas o reparten cartas, pueden ser más fácilmente resarcidas que aquellas que pierden seres queridos en esta puta crisis sanitaria.
Otro día me detendré más en Milan y Lawrenceburg, que por algo son mis dos puntos de referencia en este cruce de caminos que es el sureste de Indiana. Ahora vamos a retomar el paseo que empezamos ayer, pero hoy os voy a dejar que me digáis hacia dónde tiramos. Para que nos vayamos reubicando y como no se me ocurre mejor ejemplo de cruce que un puente, os dejo en el mapa la chincheta que nos une con Kentucky. [Lo cual me recuerda que también habría que dedicar buenas palabras a Lexington, ya que allí tengo la suerte de tener a Helen y Fernando de Torrecilla. Lo de Fernando y yo sería como si dos paisanos de Lituania se encontraran viviendo el uno en Jaca y el otro en Villanúa]
Lo dicho, ¿hacia dónde tiramos? Que Estados Unidos es mucho grande…
- Opción 1: Pararnos en este mismo recodo del mapa y aprovechar un par de sitios que hay por aquí para hablar de dos pilares de estas tierras: La religión ye l centro comercial.
- Opción 2: Llegar hasta Cincinnati, que está bien cerca, pa que os cuente un par de cosillas sobre su historia (toque germánico garantizado).
- Opción 3: Tirar bien parriba y dejarme retomar mis historias de frontera, en este caso una morbosa y controvertida: La pena de muerte.
Ya me diréis que os apetece… En forma de comentario justo aquí debajo, por twitter, o hasta pol feisbuk o wasap (aunque algún día debería ir cortando con Monteazúcar)